20061214

Una ley para AGRAVAR la VERGÜENZA histórica

Medio: NR
Fecha: Diciembre de 2006
Ubicación: NR

No seamos bobos, la ley de la Memoria Histórica, sea finalmente la que fuere y como se llame, jamás podrá considerarse una "ley de punto final".

En España no hace falta una ley para tal cometido. Porque lo que sí ha sido en la práctica una "ley de punto final" sobre los crímenes y abusos del franquismo ha sido el propio proceso constituyente español, el que devino en 1978 con nuestra actual Constitución.

Ese proceso, que algunos quieren tomar como modélico, se llevó a cabo pacíficamente porque las organizaciones políticas que se quedaron con el control del país, en el gobierno o en la oposición reconocida, aceptaron que la democracia se implantara en España con el acuerdo y bajo la supervisión de los franquistas: digan ahora lo que digan los que quieren quitarle hierro a la cosa, la Constitución de 1978 fue redactada bajo la atenta mirada del aparato de la dictadura, no es un secreto para nadie que viviera aquellos tiempos.

Aquello fue el auténtico "punto final", que terminó con las aspiraciones de muchos de juzgar a los golpistas y a los ejecutores de la dictadura de Franco. Aparentemente. Ni el propio PSOE debió imaginar entonces que la memoria de las gentes se diera a la insumisión y que, con el paso de los años, los españoles siguieran exigiendo la restitución de la dignidad de los ciudadanos de bien aplastados por la bota militar desde 1936 y el proceso de la misma historia desde entonces.

Hoy, en 2006, el PSOE es remiso a dar alas a esta revisión -así han movido el proyecto de ley que han movido, consensuado con los conservadores del posfranquismo-, porque también a ellos puede perjudicar y cobrar precio su optimista entrega a los herederos del régimen de Franco en sus postrimerías, tras la muerte del general. Cosas de la alta política...

El Partido Popular por su lado, lo tiene mas sencillo: ellos son los herederos actuales del franquismo en sus distintas etapas; para ellos, la Transición, con "t" mayúscula, fue un carpetazo a lo pasado y un bloqueo a las posibles responsabilidades que de éste se derivaran.

Ellos jamás apoyarán una revisión. Ni siquiera por cerrar esas heridas, a las que tanto aluden en sus proclamas y que, por lo que se ve, están abierta de par en par porque jamás llegaron a cicatrizar. ¿Cómo se va a cicatrizar algo simplemente decretando su olvido...?

Y ahora se discute una ley de memoria histórica, o como se llame, que se ve que será un paripé, porque no puede ser otra cosa.

¿A quien le conviene?, ¿al pueblo que la reclama...?. ¿Cuanto significa la gente corriente en la poliarquía -que no democracia- que gobierna el presente de España?. Como mucho se plantea un problema que, para los que ostentan el poder, requerirá cuanto antes una solución mediática, una acción propagandística eficaz. Y la habrá, lo vaticinamos ya desde aquí. Esperen a ver los resultados de las próximas citas electorales...