20061211

ANTONIO BURGOS, JIMÉNEZ LOSANTOS y otros libros para largar...

Medio: Correo electrónico, en general
Fecha: Diciembre de 2006
Ubicación: NR

Para que vean como están las cosas: ya ni Antonio Burgos respeta a Jiménez Losantos... Se ve que van en el mismo barco, pero en cubiertas distintas... ¡dios mío, como está el patio!.

Esto que reproducimos, sin quitar ni poner coma, es un correo electrónico que anda circulando por la red. Alguien ha debido encontrar un desecho de tienta (o derribo) de Burgos en una librería de viejo y se ha liado. He aquí, con foto y todo:

From: Maria Morralla
To: redcuadro@yahoo.es
Subject: ANTONIO BURGOS, EL RATA. PASALO
Date: Sun, 10 Dec 2006 22:07:25 +0000 (GMT)


ANTONIO BURGOS, EL RATA


Cuando al escritor Antonio Burgos se le llena la casa de libros los vende. Esto no tiene nada de extraño, si no fuera porque los libros que vende el afamado escritor sevillano proceden de donaciones y obsequios. Porque, claro, uno no compra libros para luego venderlos. A Antonio Burgos, como a cualquier escritor, le llegan mensualmente docenas de libros regalados a su casa. De editoriales, de instituciones, de colegas, de amigos, de admiradores… Es de suponer que una buena parte de esos libros no le interese un comino y no haya más remedio que desprenderse de ellos porque ya no quedan huecos en los salones, despachos y pasillos de sus espaciosas casas. Lo ético, en estos casos, y tal como acostumbran la mayoría de las personas que acumulan volúmenes considerables de libros por la misma vía del regalo, es donarlos a cualquier biblioteca. Pero no, Antonio Burgos, prefiere sacarse unos cuartillos a costa de sus amiguetes y admiradores. Vende los libros que él considera que no son dignos de ocupar los estantes de su casa. Y los vende a las librerías de viejo. ¿Será rata el tío?


Pero ahí no es todo. Entre el montón de libros acopiados con temática costumbrista, del mundo cofrade, historia local, poesía, política o novelas de cuarta categoría que el escritor vende, algunos aparecen hasta con la dedicatoria. No se molesta ni en arrancar la primera página el carota. Sirva este ejemplo del libro del periodista ultra Federico Jiménez Losantos “Contra el felipismo” que así le dedica al sevillano “Para Maese Antonio Burgos, de su devoto lector y amigo. Federico. ¡Felices Pascuas!”. Sin ser un hábil observador, uno se percata de que el libro no ha sido leído. No está manido. A lo sumo ojeado —u hojeado—. Ha descansado en algún rincón de la casa por unos años, hasta que le tocó el turno de sacarle un rédito más suculento. Tal vez, por el precio de éste, dé para una cruzcampo fresquita. Pero hombre, Antonio, Maese ¿cómo le haces eso a tu devoto lector y amigo Federico? Si así eres con tus amigos, cómo no serás con tus admiradores anónimos que te mandan con toda su ilusión el libro que tanto les costó escribir y publicar.


Aviso para navegantes: NO REGALE LIBROS A ANTONIO BURGOS, QUE LOS VENDE. No contribuyas a su adicción a los atracones de manzanilla, patanegra y gamba blanca de gorra.


Esta es la calaña de un personaje que se autoproclama valedor de las más finas esencias hispalenses. Es de una bajeza moral y miserabilidad impresentables. El escritor afincado desde hace ya mucho tiempo en el franquismo sociológico que se dedica a insultar y a difamar a las personas que no participan de sus reaccionarias ideas, se retrata a sí mismo con actitudes como esta. A Antonio Burgos se le puede calificar, como dirían en mi tierra, como a un rata. ¡¡¡Qué rata eres, tío!!!


PÁSALO…




Y ahora la prueba documental:


(PS.- Je, je, je...)